1. Enséñale que no es una princesa y no lo será nunca, salvo que tú seas una reina y su padre un rey o que conozca a un príncipe y se case con él y de paso le dices que los príncipes azules no existen.
2. Que todos los juguetes del mundo son para todos, que no es verdad que haya cosas de niños y cosas de niñas. Que si le gustan las muñecas y los trastecitos está muy bien pero que también lo está si prefiere las canicas.
3. No le digas “una niña no hace eso” defiende y apoya sus decisiones para que crezca sabiendo que los que sostienen divisiones según el sexo tienen cerebros chiquitos y mentes obtusas.
4. No la obligues a saludar de beso o abrazo cuando se niegue a hacerlo porque, al ser constantemente forzada a aceptar caricias indeseadas, es más fácil que se convierta en víctima de abuso.
5. Enséñale a ser preguntona, a nunca conformarse con la primera respuesta. A que nunca se quede con dudas respecto a nada. Despierta e incentiva en ella el amor por la lectura. Enséñale que el conocimiento es poder.
6. Que aprenda que la violencia no es patrimonio de los hombres, sino que es la herramienta de los imbéciles.
7. Enséñale que su cuerpo es su territorio y que nadie excepto ella misma tiene derecho a decidir sobre él y también enséñale a cultivar y ejercitar su cerebro, que al contrario que el trasero, se pone más firme con los años.
8. Dile que casarse y ser mamá es uno de los destinos posibles, que no siempre van de la mano y que no es obligatorio. Que su futuro no está escrito en piedra, que es como la arcilla y puede ser moldeado.
9. Muéstrale que el mundo está lleno de colores bellísimos, que el rosa es sólo uno más, para que su existencia sea una amalgama de colores, no el merengue de una tarta.
10. Dale la seguridad de que siempre vas a creerle, que si alguien la lastima o la hace sentir incómoda tú no dudarás de su palabra y la defenderás contra viento y marea, sea quien sea y trátese de quien se trate.
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Falta que aprenda que tiene que buscar también independencia económica.
ResponderEliminarUn decálogo imprescindible. Empodera a tu hija.
ResponderEliminarYo también hubiese puesto que hay que enseñarles que los trabajos de casa son compartidos y no tienen sexo. Yo me he pasado la vida oyendo una frase horrorosamente machista: habiendo mujeres como con a quitar la mesa y fregar los hombres. Y desgraciadamente hoy por hoy, se sigue con esa idea.
ResponderEliminarCierto, cuando tenía 13 o 14 años le decía siempre a mi hermano "¿ qué pasa, que por quitar la mesa se te van a caer los huevos al suelo? " y encima me las cargaba yo por protestona.
EliminarCon la perspectiva del tiempo al final lo único que conseguí fue que mi madre se cargara con todo el trabajo y encima con varios disgustos diarios, pero sí, mereció la pena porque esa frase conseguí grabarsela a fuego a mi hermano, no ha dejado de ser un machista pero, por lo menos conmigo, se corta.
Y no solo quitar mesa o fregar. Cuando mi hermano se duchaba, mi madre me mandaba a mí a limpiar el baño. Yo siempre me negaba, me parecía un abuso, claro, eso me llevaba a estar enfrentada con mi madre y mi hermano. Pero mereció la pena
ResponderEliminarLa educación en igualdad es primordial para acabar con el machismo. Esto va para largo. ¡¡Seguiremos en la lucha!!
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